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En el verano de 2004, la comunidad parroquial de San Francisco Xavier, por la presencia creciente de hermanas y hermanos sin un lugar seguro que habitar, tomó la decisión de iniciar la construcción de una casa para migrantes, hombres y mujeres, de México y/o Centroamérica, que vinieran de paso o a instalarse en la Zona Metropolitana de Monterrey para mejorar su vida y la de su familia.


NUESTRO OBJETIVO
Reducir la condición de vulnerabilidad de las personas migrantes, nacionales y extranjeras, brindándoles, a ellas y ellos, asistencia humanitaria, protección integral y todo lo que implica la gestión migratoria, a través de un albergue seguro, asesoría jurídica y psicosocial, así como acompañamiento pastoral.
NADIE ES ILEGAL
Recibimos a hombres y mujeres que transitan por nuestra ciudad, la mayoría con destino al país del Norte, pero también un buen número de personas que buscan establecerse en Monterrey o ir a otras ciudades del país.
La mayoría de nuestros huéspedes proviene de Honduras, El Salvador y Guatemala, aunque eventualmente llegan de otros país o de otras partes de nuestro país.

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